Aída Cortés: “No soy prostituta”

Aída Cortés: “No soy prostituta”

La mujer colombiana más famosa en la plataforma OnlyFans cuenta su historia en una entrevista con Semana TV, cómo llegó al contenido erótico para adultos siendo una niña, el tiempo que trabajó embarazada, lo que le piden sus clientes y la jugosa suma que recibe cada mes por este trabajo.

¿Usted es la colombiana con más éxito en OnlyFans?
Aída Cortés (A.C.): Hay muchas modelos, pero sí, en Colombia mis redes son bastante grandes. Soy muy juiciosa con esto, porque lo puse como un proyecto de vida, me lo tomé en serio, no solo por hacerlo y ya, sino que se vieran los resultados también.

¿Qué es OnlyFans?
A.C.: Es una plataforma para adultos; allí se puede encontrar de todo. En OnlyFans tú haces que la gente pague una mensualidad por ver tu contenido, y hay muchas nenas que hacen contenido erótico.

¿Cuéntenos usted qué hace dentro de la plataforma, a qué se dedica?
A.C.: Yo fui por seis años modelo webcam, transmitía en páginas web horas y horas sentada frente a la cámara interactuando con diferentes personas de todo el planeta, y luego empecé a incursionar en el mundo del OnlyFans, en el cual también hago contenido sin censura, videos eróticos, desnuda; creo contenido personalizado, hago amigos, lives, y ahora quiero hacer una serie erótica para cambiar la monotonía.

¿Cuántos años tiene usted y a qué edad empezó?
A.C.: Cuando yo cumplí 18 años empecé en el mundo del modelaje webcam, pero se filtraron muchos videos. Entonces decidí sacarle provecho, empezar a trabajar y ser juiciosa con esto. Logré estar entre las tres modelos más taquilleras de Colombia y luego empecé a migrar toda la gente a mis redes sociales: empecé a crear videos para Facebook, soy muy buena en TikTok también, hago música en YouTube. Soy multiplataforma. Todo esto me dio una cama grande de seguidores. Después decidí retirarme de las cámaras, porque aunque me iba bien, era muy extenuante; eran ocho horas haciendo lives. Ahora con OnlyFans obtengo más ganancias y tengo más tiempo libre. Yo facturo en TikTok, Facebook, Instagram y YouTube.

¿Qué la movió a irse por ese mundo?
A.C.: Yo entré engañada, estaba buscando trabajo para poder estudiar negocios internacionales, con una ilusión muy grande de poder entrar a la universidad, y vi un aviso en el periódico que decía: se necesita mesera, buen pago y buena presentación personal. Me encuentro con un lugar lleno de cubículos y niñas escuchando música, salió un señor y me explicó todo el mundo del modelaje webcam. Yo me decidí por la cantidad de dinero que iba a ganar. Me dijeron que las modelos juiciosas ganaban entre 1 y 3 millones de pesos, dije: esto me sirve, porque quiero estudiar, mis papás no tienen cómo pagarme la universidad, soy la menor de ocho hermanos y ellos no tenían en ese momento cómo ayudarme. Era bonita, inteligente, sabía negociar y nadie me iba a tocar, que era lo que más me importaba.

Cuando aceptó el trabajo, ¿les contó a sus papás?
A.C.: No les conté porque me dijeron que todo se podía mantener en secreto, hasta que estaba en la universidad en cuarto semestre y se filtró un video mío quitándome la ropa y bailando en frente de la cámara. Yo llegaba a la universidad y los profesores me saludaban: “Mmm, hola, Aidita”. En ese momento todo cambió, tuve que tomar decisiones fuertes, empezar a luchar contra la presión social, contra el acoso de profesores y muchas cosas de este mundo que la gente ignora y no sabe diferenciar que es un trabajo.

¿Cómo fue ese día que les contó a sus papás?
A.C.: Les dije que era mayor de edad, que no les estaba pidiendo permiso, que los amaba y que decidí dedicarme a eso; nadie me toca. Cogí un tablero y un marcador y empecé a describir lo que yo hacía, que yo quería terminar la universidad y que me apoyaran, que yo no era ninguna prostituta. No crean nada de lo que digan de mí. Efectivamente, mis papás me han apoyado hasta el día de hoy y eso me hace sentir muy segura.

¿Cuál es el público que la busca en OnlyFans?
A.C.: Ese público es más de otros países, porque la cultura en Colombia es diferente, es más de tacto, no aprecian tanto lo virtual; pero en otros países la gente casi no tiene amigos, trabajan todo el día, tienen la tarjeta de crédito ahí quieta, casi no han conocido una mujer. Hay de todo.

¿Qué anécdotas le han dejado estos siete años de trabajo?
A.C.: En modelaje webcam tenía un usuario especial que me tocó el corazón. Me veía cansada de tanto transmitir y me decía: vamos a un privado, pero se supone que en un privado ellos pagan por minuto para verlo a uno desnudarse y resulta que él me decía: duerme, descansa. Dejaba pasar cada minuto que le estaban cobrando durante una hora para que yo descansara y volviera al ‘show’ en público. También había otros que me pagaban por leer un libro o jugar Guitar Hero, por peinarme, por pintarme las uñas, porque les diera órdenes, por jugar con mi nariz.

También le deben haber pasado cosas malucas…
A.C.: Claro, por ejemplo, un usuario me decía que le mostrara un seno, yo le decía que me pagara, y me decía: sí, yo te voy a pagar; obvio que te voy a pagar, pero primero me la muestras y luego te pago. Yo mostraba y luego el usuario desaparecía. Había otros agresivos que me tocó bloquear por groseros. Tú no puedes permitir que nadie te trate mal por dinero.

¿Le ha tocado hacer cosas que de pronto usted no quería?
A.C.: Cada cosa que yo hago es porque me gusta y hago el negocio. No solo es de dinero. Hubo una vez un usuario que me ofreció mucho dinero porque me pusiera un tacón y le aplastara la cabeza a un gatico recién nacido, yo lo bloqueé de una. Estamos hablando de placer, no de dolor.

¿Cómo maneja su trabajo con su relación de pareja?
A.C.: Con esto he aprendido a ser muy directa. Siempre digo primero en qué trabajo y que no pueden llegar a influir en ese campo de mi vida.

¿Quiere tener hijos?
A.C.: Yo tengo un hijo de 5 años, y el tiempo en que estuve embarazada transmití solo con mi cara. Antes eso me ayudó a mejorar la parte de hablarle a la cámara sin miedo.

¿Cómo transmitir contenido para adultos con la cara nada más?
A.C.: Ahí me di cuenta de que el entretenimiento para adultos no solamente es sexual, entonces mi cara jugó muchísimo, mis expresiones, hablarles, cantarles y lograr sostener la atención solo con la cara.

¿Es cierto que por medio de OnlyFans puede producir hasta 100 millones de pesos al mes?
A.C.: Es cierto, pero no hasta 100 millones de pesos. Mucho más. El dinero es ilimitado, dependiendo del trabajo que se haga en la plataforma.

¿Hace este trabajo sola?
A.C.: Me ayudan con la seguridad de la plataforma, porque no soy inmune a que haya un hacker. No tengo fotógrafo, camarógrafo, ni nada de eso.

¿Esto cómo le cambió la vida?
A.C.: Tengo libertad financiera, quiero sacar mi línea de ropa, y empezar a meterle el corazón a lo que yo realmente amo, que es la música. Ahora tengo libertad para poder hacer las cosas por convicción y no por necesidad. No estoy para demostrarle nada a nadie, ni estar pendiente del qué dirán. Ayudo a mis papás, hermanos, y eso es mi felicidad.

¿Admira alguna persona colombiana que se dedique a este contenido para adultos?
A.C.: No. Hasta el momento, no.

¿Y Esperanza Gómez?
A.C.: Yo siento que la historia de ella y la mía son muy diferentes. Me parece que el contenido de ella es muy carnal, que no lleva nada de psicología, ni interacción con el público, ni negociación. Simplemente ese contenido se sube. Ella estuvo en el raye cuando comenzó en el porno, pero el modelaje webcam mató al porno, porque ya son personas en vivo que pueden interactuar con los usuarios. Entonces es como una versión antigua de lo que yo me dedico. Pero obviamente por el trabajo y el reconocimiento, sí la admiro y respeto.

¿Y admira a alguien en el mundo que también se dedique al contenido para adultos?
A.C.: Me pareció interesante lo de Bella Thorne, porque trabajaba en Disney, creó un OnlyFans y se ganó un millón de dólares en un día. Eso para mí fue un boom. Me parece admirable eso.

¿Usted qué les dice a esas personas que la tratan de prostituta?
A.C.: Yo les digo que ser bonita no es un pecado, que todo es un negocio. No soy prostituta; pero si hay una prostituta que sea exitosa, créanme que no es solo por prostituta, sino porque ha trabajado mucho en eso. Si es millonaria es porque le ha metido mucho esfuerzo. No soy prostituta, sino creadora de contenido digital.

¿Qué le dice Aída Cortés a quienes la juzgan desde el plano religioso?
A.C.: Les diría que solo Dios puede juzgarnos, y que aquí hay una cosa que dice la Biblia y es que Dios odia lo tibio. Dios es caliente o frío, y pues yo soy caliente.

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