El pasado viernes Apolonia Lapiedra anunció a través de redes sociales la salida a subasta de su NFT oficial, una oportunidad novedosa e irrepetible para conseguir una obra de arte digital exclusiva basada en la imagen de la célebre estrella del cine para adultos.
Por Alex Pérez
La pieza, una iniciativa de NFT Blow realizada por el fotógrafo Borja López y el artista digital Bishek Pi, está disponible en la plataforma OpenSea y aceptará pujas en criptomoneda Ethereum durante el plazo establecido de un mes. Según se puede leer en la descripción del producto, el afortunado que gane la subasta recibirá adicionalmente una pieza de lencería utilizada por Apolonia y, si la puja supera el millón de dólares, tendrá el privilegio de conocer a la actriz en persona durante una cena especial.
Relacionado con la tecnología blockchain que tan de moda está últimamente, los NFT (acrónimo de Non Fungible Tokens) son activos digitales originales que no se pueden modificar. Para entendernos, es como si hablásemos de «La Gioconda»; no porque tenga un valor artístico equiparable sino porque, al igual que la obra de Da Vinci, solo existe una en el mundo y aunque se pueda duplicar, estas copias nunca tendrán el mismo valor que la original. En los contenidos digitales esta singularidad se consigue a través de los token, un combinado de cálculos matemáticos complejos y contratos inteligentes (smart contract) que añaden información a los metadatos de los ficheros, permitiendo su trazabilidad desde el momento de su creación de forma que no se pueden hackear ni duplicar.
Que me aspen si no estamos viviendo un episodio de «Black Mirror», amigos.