Cuando a uno le presentan una pornostar checa de 23 añitos se espera una muchacha de rasgos destacadamente europeos, cierta altivez en sus gestos y una frialdad típica del Este.
Nada de eso comparte Vanessa Decker, una actriz fraguada en las mismas entrañas de los contenidos sáficos de Lesbea que dio el salto al lado heterosexual allá por el 2016. Su aspecto está más cerca de las mujeres mediterráneas generosas de curvas, con cabellos morenos y una expresión facial claramente hispánica incluso latina. Indistintamente de su estética la starlet ha demostrado una solidez profesional muy resistente y sobre todo muy versatil comiendo carne o pescado según las necesidades profesionales.
En una de sus escenas más destacadas de su filmografía para Karups la vemos en una tesitura puramente latinoamericana y nada usual para una checa: entregada al amo de la vivienda como una chacha complaciente.
TWITTER: @VanessaDecker_