Un profesor barcelonés con antecedentes por pederastia, condenado a seis años y medio por abusar de un alumno en Tossa de Mar

Un profesor barcelonés con antecedentes por pederastia, condenado a seis años y medio por abusar de un alumno en Tossa de Mar

Nueva condena contra un profesor barcelonés con antecedentes por pederastia.

La Audiencia de Girona ha impuesto seis años y medio de prisión al docente A. Vadillo por abusar sexualmente de un ex alumno y hacerle fotografías pornográficas mientras dormía. Los hechos se remontan a agosto de 2016. Según ha reconocido el profesor, se ganó la confianza de la madre del menor y pasó al menos una noche en su apartamento de Tossa de Mar (Girona), donde tuvieron lugar los tocamientos.

Entonces el menor tenía 11 años y había sido alumno suyo en una escuela de Mollet del Vallès entre los años 2014 y 2016. El docente había sido condenado en 2005 en Zaragoza por abusar de otro menor pero, a pesar de ello, continuó ejerciendo como profesor.

El acusado ha reconocido los hechos en el juicio y ha consignado 8.000 euros para afrontar parte de la indemnización. Por eso, la fiscalía y la defensa han llegado a un acuerdo para condenarlo a seis años y medio de cárcel por un delito de abuso sexual a un menor de 16 años con un atenuante de reparación del daño y un delito contra la intimidad. Inicialmente se enfrentaba a 14 años de prisión.

Según ha reconocido en la Audiencia de Girona, conoció a la víctima porque era su alumno en la escuela Joan Abelló de Mollet. En concreto, fue su maestro y tutor entre los años 2014 y 2016.

«Prevaleciéndose de su condición de docente y de tutor del menor», recogía el escrito de acusación de la fiscalía que el procesado ha admitido, se ganó la confianza de la madre del alumno. Así, cuando ya se había acabado el curso, fue a pasar al menos una noche al apartamento de vacaciones de la familia, en Tossa de Mar.

La madrugada del 1 al 2 de agosto de 2016, hacia las tres, le hizo tocamientos en los genitales al ex alumno, y le hizo 57 fotografías de carácter pornográfico con el móvil.

Los Mossos d’Esquadra le intervinieron el teléfono y, después de detenerlo, a finales de 2017 hicieron una entrada y registro en el piso del docente, situado en la avenida Meridiana de Barcelona. En el domicilio, encontraron un portátil donde había 49 imágenes y tres videos pornográficos.

Según concreta el escrito de la fiscalía, algunas de las fotografías eran de las nalgas y los genitales del menor y también había imágenes donde el profesor aparecía masturbando al alumno.

El menor dormía

La fiscalía acusaba de entrada al docente de un delito de elaboración de pornografía infantil. Finalmente, lo han condenado por un delito contra la intimidad porque, en el momento de hacer las fotografías, el menor estaba durmiendo. Según recoge una circular de la fiscalía, si el menor no es consciente de la captación de imágenes «no resulta lesionada la indemnidad sexual».

Por el delito contra la intimidad y el derecho a la propia imagen, la sección tercera de la Audiencia de Girona ha condenado a A. Vadillo a dos años y medio de cárcel y a pagar una multa de 3.240 euros.

Por el abuso sexual a un menor de 16 años con un atenuante de reparación del daño le impone una pena de 4 años de prisión. Además, no podrá trabajar con menores durante 9 años. También tendrá que pasar 8 años en libertad vigilada y no se podrá acercar a menos de un kilómetro del menor durante al menos 18 años.

En concepto de responsabilidad, tendrá que indemnizar a la víctima con 15.000 euros, de los que ya ha consignado 8.000. El acusado está en prisión preventiva desde finales de 2017.

Condena previa

El juzgado penal 1 de Zaragoza ya condenó al profesor en el año 2005. En aquella ocasión, le impuso una pena de un año y medio de prisión por hacer tocamientos a otro menor en septiembre de 2004. Según fuentes judiciales, también fue una sentencia por conformidad porque Vadillo reconoció los hechos. Con todo y con eso, continuó ejerciendo como docente y trabajando con menores.

Las mismas fuentes indican que un juzgado de instrucción de Barcelona también abrió una investigación, que acabó archivada, tras localizar un lápiz de memoria a un ladrón que podría ser propiedad del procesado y donde aparecen también imágenes pornográficas que podrían ser de menores.

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